lunes, enero 30

Receta para Idiota al mundo feliz

Ingredientes.

1 idiota
1 memoria muy muy delgada
1 manzana roja
2 cebolletas arrimadas
2 dientes de incapacidad para la anticipación
3 cucharadas soperas de falta de previsión
1/2 Kg de pan rallado9 vasos de Johnnie Walker
1 puñado de ideales de parbulario
400 gr de inconsciencia
1 hipoteca a 35 años



Preparación.

Intentaremos elegir un idiota mediocre, sin importar su condición social, o su capacidad física. Eso sí, buscaremos conseguir uno ni muy escarmentado ni con mucha vista, algo más bien simple y tirando a tontorrón. El primer paso será macerarlo durante 24 años en un caldo compuesto por ajonjolí, sopaboba, televisión y sobreprotección. Si el idiota ha sido elegido convenientemente, durante este proceso de maceración irá destilando su jugo de estandarización que junto a la tele y la sopaboba le irán confiriendo esa capa exterior de falta de pericia que caracteriza a todos los idiotas bien marinados. El momento para retirar la salsa será cuando haya adquirido un título universitario y se considere suficientemente avezado para votar.

A continuación, rellenamos al idiota con los ideales de parbulario,la memoria, la falta de previsión y la inconsciencia, y le tapamos la boca con la manzana roja, para que nada quede fuera de lugar. Lo empanamos convenientemente y trinchamos al idiota con una barra gorda y larga de hierro introduciendolo acto seguido en el grill laboral a una temperatura media. El proceso de asado es lento pero no muy laborioso. Durante los siguientes cinco años, seguiremos dando vueltas en el horno laboral, incrementando la temperatura y cambiando la orientación de la pieza de vez en cuando. Siempre que observemos que se queda muy seco o que pierde su capa exterior de empanamiento, lo regaremos generosamente con Johny Walker.

El tiempo que debemos mantener a la pieza en el grill no es estándar pero habrá varios signos que nos darán pistas sobre si está realmente hechito: Incapacidad de hayar una segunda derivada, pensamiento monocorde y previsible, y total imposiblidad para fijar su futuro y elegir lo próximo a disfrutar en su vida. Sacamos al idiota y lo colocamos una fuente sobre una cama de de inseguridades frescas.

En una sartén a parte, prepararemos una sencilla salsa pochando las cebolletas, espolvoreando la hipoteca y añadiendo el resto de Johnnie Walker que nos haya sobrado (si hay que añadir un poquito más no pasa nada). Removemos bien y vertimos generosamente sobre el idiota y su manzana. Si finalmente los mayores deseos del idiota son casarse, un adosado y un bemeuve, tendremos un resultado perfecto.

Este típico y sencillo plato originario de Estados Unidos es elaborado hoy en día por políticos y periodistas de todo el mundo con gran éxito y a buen seguro que si seguimos todos los pasos, nuestro idiota incapacitado para pensar, vivirá en un mundo feliz. Un caldo ideal para acompañar nuestro asado es un Viña Consumismo del 94 que embota convenientemente los sentidos y canilzará nuestros capitales.

!Buen provecho¡

viernes, enero 20

Valhala: Etimología y significado

Un poco de culturilla barata

El artículo que refiero a continuación a buen seguro será conocido por algunos lectores, pero no puedo por menos que intentar transmitir esta información que me ha llegado recientemente.

El primer registro que aparece en mi cabeza bajo las letras "Val" es el de un insigne vago y relamido profesor de física, aburrido de la vida y frustrado de tener que aguantar a imberbes lacerando los principios más elementales de la física. Ahora, consta un segundo significado: Val en la mitología escandinava es el nombre que recibían los guerreros y de ahí que las valkirias no fueran ni más ni menos que las mozas en las que los cornudos guerreros descargaban su vigor tras las campañas militares.

Al igual que los buenos cristianos piensan que Dios les tiene reservada su derecha en el reino de los cielos, y los árabes quieren morar tras su muerte junto a Alá en el jardín del paraíso, los héroes escandinavos fallecidos en arduo combate tenían reservado un lugar en la "casa de los guerreros", que es ni más ni menos que la traducción de la palabra Valhala. Valhala, construida en las nubes con lanzas a modo de columnas y escudos a modo de techo, era el hogar del mítico Odin, dios supremo de la simbología escandinava que gozó de numerosas esposas y una prole prolija, de la cual su más destacado representante fue Thor, dios del trueno, figura posteriormente plagiada por la Marvel. El ansia de todo buen guerrero con coletas y bigotes rubicundos era llegar algún día al palacio de su dios, y en su nombre, no dudaban en asaltar, asolar, violar, robar, cercenar y conquistar cualquier aldea que tuvieran por delante. Y aquellos valientes que entregaban su vida en el campo de batalla y habían honrado el nombre de Odin, podían emprender su viaje al más allá embarcados en una nave en llamas mientras su familia lloraba su camino a Valhala.


Así que la próxima vez que asiente mi peludo culo en el chancro bar de semejante nombre pensaré que tras mi semana de guerra ha llegado el merecido descanso, que acabo de llegar a mi paraiso particular y que la Matrioska que me abre el tercio con los dientes no es sino la más bella de las valkirias dispuesta a limpiar mi espada guerrera, y los rancios 3D no son sino los más altos manjares dispuestos por los dioses en honor a mi sacrificio. La próxima vez que el destino nos halle en Valhala, quememos nuestras naves, levantemos nuestros cuernos y brindemos !Por Odin!